Anunciaba el señor Zoido durante la campaña que iba a ser el alcalde del empleo… y el tiempo demostró que no fue así.

Anunciaba el señor Zoido durante la campaña que iba a ser el alcalde de la transparencia… y el tiempo ha demostrado que no es así.

Ayer se presentaba el Índice de Transparencia de los Ayuntamientos (ITA) y se constataba que el Consistorio hispalense era de los que más había bajado la nota en los últimos dos años. Del ser el séptimo ayuntamiento más transparente en tiempos de los socialcomunistas, a pasar al puesto 80… De un 93,8 sobre 100, a un aprobado raspado con un 56,3.

Yo, que a pesar de ser comunista y merendar fetos tengo una candidez extrema, entro en la web de ABC y nada veo de esta noticia… ¡Vaya!

Si nada dice el periódico de la grapa… ¿no será esto del índice un invento de rojos?

Usemos el método socrático: yo pregunto y ustedes… ustedes hagan memoria.

¿Es que acaso no es transparente un alcalde que cierra en falso una comisión de investigación sobre el Plan Centro usando su mayoría absoluta?

¿Es que acaso no es transparente un alcalde que se va a ver al Papa con nuestro dinero y, ante las críticas, se saca de la manga una cutre-campaña de promoción?

¿Es que acaso no es transparente un alcalde que no responde a las preguntas de la oposición pero que sí envía notas de prensa al ABC para responderlas?

¿Es que acaso no es transparente un alcalde que dice donde viaja una vez ha sido pillado por las cámaras?

¿Es que acaso no es transparente un alcalde que oculta su programa electoral?

¿Es que acaso no es transparente un alcalde que regala la plataforma de participación ciudadana a su periódico de cabecera y que, ante las críticas, convierte esa plataforma de participación ciudadana a un mero «diario digital»?

Seguiran algunos sevillanos en su realidad paralela, pero los datos son los que son… tras tanta palabrería y tanta promesa pompa, parece ser que la luz estaba fundida y el taquígrafo roto.

Eso sí, hay algo transparente en esta ciudad: las promesas de Zoido, no se ven.