Parece que no ha gustado. No ha gustado que una fuerza política que está en el gobierno haga algo inaudito como reunir a sus bases para que analicen lo que se hace desde la Junta de Andalucía, para evaluar el pacto y decidir en consecuencia. Ese ejercicio de democracia interna con la militancia, con sus más y con sus menos, no ha hecho ni pizca de gracia en el terreno político andaluz. Para algunos, desgraciadamente, sus militantes de base únicamente están para rellenar auditorios y aplaudir a la lideresa.
El Partido Popular, en su camino sin cabeza por el desierto, lo tacha de pantomima. Incluso el extinto Partido Andalucista se ha pronunciado sobre la Asamblea Balance de IU tildándola de «falta de respeto».
Pero, sin duda, la mejor reacción proviene del otro socio de gobierno. La presidenta Susana clama por «la lealtad y la madurez». Cornejo insta a IU a «aclararse». Y Jiménez Barrios ha pedido «responsabilidad» como elemento fundamental.
Se podría hacer el análisis simplón sobre la responsabilidad de la que puede sacar pecho el PSOE con el escándalo de los ERE, de los cursos de formación, y tantos otros, a sus espaldas. Pero hablemos del presente… o del pasado reciente.
Se podría hablar de responsabilidad, o de la falta de ella, cuando en pleno caso de la Corrala Utopía la presidenta de la Junta tildó de «ilegal» el realojo y confundió a sabiendas la lista de personas que esperaban una VPO con la lista de personas en riesgo de exclusión. Algo que se olvidó a los pocos días y donde dije digo, luego dije Diego. Una maquinaria mediática digna de Orwel y su INGSOC.
Confundir términos, usar como argumento que 12.000 sevillanos estaban en lista de espera para una vivienda, llamar ilegalidad a lo que luego el TSJA no ha encontrado pega… no es muestra de mucha responsabilidad.
Habla Susana Díaz de madurez, algo que seguramente se le olvidó aquel 10 de abril de 2014 en el que publicaba en BOJA el Decreto de Presidencia 1/2014 para quitar las competencias de adjudicación de viviendas a IU. Que no se ha visto decreto de más corta vida pues un día después, el 11 de abril, se publicaba en el mismo boletín oficial de forma extraordinaria el Decreto de Presidencia 2/2014 en el que se derogaba el 1/2014.
Firmar decretos en el BOJA, por muy presidenta que se sea, con el estómago y no con la cabeza… no es muestra de mucha madurez.
Y remontándonos un poco más al pasado se podría hablar de la lealtad, o de la falta de ella, cuando Griñán utiliza el Debate sobre el Estado de la Comunidad para anunciar su marcha. Algo que no concuerda mucho con la bandera que ahora quieren enarbolar los socialistas, aquella de «que los líos internos no nos desvíen de las preocupaciones de las y los andaluces». Aquel debate no se centró precisamente en los andaluces, sino en un presidente que se iba a Madrid por lo que pudiera pasar.
También se habla de la estabilidad y la esgrimen aquellos mismos que, además de cambiar de presidente, han cambiado de consejeros y usan los senadores de designación autonómica a su antojo: ahora para Madrid, ahora te vuelves para Sevilla.
En definitiva, que alguien le regale un espejo a Susana estas navidades.