Todos conocemos la maestría del alcalde a la hora de presentar proyectos: infografías a tutiplén, PowerPoints por doquier, renders que parecen ser Nueva York (y que luego resulta que lo son, como en el caso de la Ranilla). En definitiva, Zoido ha demostrado ser un gran maestro de ceremonias.
Otra cosa que se le da bastante bien al alcalde es «recortar empleos». No me refiero a destruir empleo (que también lo hace) sino a rebajar las expectativas de creación de empleo. Y no es porque se presentara como «el alcalde del empleo» y las cifras de paro hayan subido en la ciudad, me refiero a diferentes casos en los que el maestro de ceremonias hispalense se ha chocado con al dura realidad.
A finales de 2012 Zoido hizo lo propio: cabellete, foto del proyecto a todo color, saludo afectuoso con el magnate de turno, foto, sonrisa, foto, discursito, foto y para casa. El alcalde anunciaba la construcción de una superficie comercial Costco (firma norteamericana) con la consecuente creación de 400 puestos de trabajo para finales de 2013. Llegan las Navidades de 2013 y el centro comercial es una realidad, sólo que con casi la mitad de empleos creados (243 para ser exactos). A Zoido le fallaron los números.
Seguimos. Era febrero de 2013 cuando Zoido inaugura la nueva sede de Sitel en la capital sacando pecho de que crearía 400 nuevos puestos de trabajo, sólo cuatro meses después la empresa anunció un ERTE que llevó a 142 sevillanos a la calle. De la creación de 400 empleos se pasó a la pérdida de 142.
Recientemente se rodaron en Sevilla algunos capítulos de la serie Juego de Tronos. Algo que para nuestro alcalde iba a suponer la creación de 6.000 puestos de trabajo (casi ná), lástima que la propia productora tuviera que corregir al primer edil en un comunicado aclarando que estaban «lejos de crear hasta 6000 puestos de trabajo».
Y un cuarto caso, Zoido anuncia a bombo y platillo el proyecto Sevilla Park que iba a suponer la creación de 2.500 empleos además de revalorizar la Marca España y hacer competir a Sevilla con las grandes ciudades del mundo. A los pocos meses, esas expectativas de creación de empleo se ven reducidas a la quinta parte: ya sólo se habla de 500 empleos.
¿Era ignorancia o mentía a sabiendas? Yo apuesto por lo segundo.