Ante todo: respeto


Ayer tuvo lugar una concentración con motivo del Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia. La concentración fue convocada por Izquierda Unida, exactamente por ALEAS (Área de Libertad de Expresión Afectivo-Sexual) que no es más que un área de elaboración colectiva dentro de la formación cuya meta es trabajar por la igualdad y contra la discriminación del colectivo LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales).

La concentración era ante las puertas del Ayuntamiento de Sevilla a las 20 horas y da la casualidad que a esa misma hora y en ese mismo lugar había otra concentración antisindicatos.

Lo primero, me extraña que la Subdelegación del Gobierno de el visto bueno a dos concentraciones a la vez y en el mismo lugar. ALEAS presentó la petición en el registro de la Subdelegación y no ha recibido ningún tipo de rechazo, por lo que la concentración «legal» era la nuestra y no la de los antisindicalistas. Cosa que los mismo policias que estaban allí nos confirmaron. Dos «lecheras» y una docena de agentes separaba las dos concentraciones.

La concentración paralela comenzó a gritar contra los sindicatos incluso antes de que Torrijos llegara y se empezaran a sacar banderas de Izquierda Unida y del PCE. Las asociaciones LGTB allí presentes desplegaron una pancarta con la cifra de los transexuales asesinados en el mundo y una bandera del arcoiris y empezaron a corear «libertad, libertad, libertad».

Los antisindicalistas continuaban gritando contra las subvenciones públicas, quizás se pensaban que nosotros nos manifestábamos a favor de los sindicatos (eso he leído en algunos comentarios de la prensa digital). La pancarta y la bandera creo que dejaban en evidencia cuál era nuestro motivo.

Mar Cambrollé señala la pancarta

«Métete esa bandera por el culo, maricón» no es precisamente un lema antisindicalista.

Durante la lectura del Manifiesto continuaron los gritos y los pitidos. No sé si aquello fue un acto homofóbico o no… pero lo que sí fue es una falta de respeto.

Es totalmente comprensible que se esté en contra de los sindicatos y en contra de Torrijos, pero eso no son motivos para rebentar el acto contra la Homofobia.

Torrijos debía estar allí, porque la concentración era convocatoria de Izquierda Unida. Los indignados antisindicatos debería saber diferenciar.

«Si yo no soy homófoba», decía una señora. Pues cállese usted y dejénos terminar el acto. Para nada…

Yo mismo leí el manifiesto desde el primer escalón del Ayuntamiento, rodeado por los asistentes, y en la acera de enfrente una jauría de personas mayores, porque todos eran personas mayores, gritando contra los sindicatos y Torrijos.  Surrealista y vergonzoso. Y más vergonzoso aún si te gritan cosas como la de merterme la bandera por el ojal…

Lo que yo vi allí, tiene un nombre… es intolerancia y falta de respeto.

La derecha rancia campa a sus anchas y no serán homófobos, pero reventaron un acto contra la homofobia. Vergüenza.

Para terminar, y que valga como otro ejemplo, la respuesta de «un señor» al preguntarle que porqué se reía de que IU convocara una concentración por este motivo.

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