Qué felicidad con la venida del nuevo año. Salgo a las calles de La Isla en busca de mis amigos para celebrar, sin dejarme el dinero de Navidad en un cutrillón, la llegada de 2013. Llueve, como amenazaba el hombre del tiempo, y empieza a correr un poco de viento, pero nada a lo que no esté acostumbrado el chavalerío cañaílla que, fin de semana sí, fin de semana también, o acude a los bares o hace botellón o busca un plan alternativo en las ciudades de la Bahía para desconectar un rato de la rutina de la semana.
Y me encuentro a mis amigos entre cabizbajos y asqueados: Están poniendo multas a la gente por hacer botellón en la zona del Ayuntamiento. La Policía Local tiene todas las de la ley (La “ley antibotellón” andaluza) (7/2006-3.a), pero resulta un tanto sospechoso que, por las buenas y después de tantos años, “los políticos, que nos han dado la orden”, como nos señala el policía de la zona, hayan decidido que este año tocaba recaudar multas.

Coches de policía en el Ayuntamiento. Los jóvenes pagamos mejor las multas.
En conversación con él, que vigila que no abramos una botella, nos recomienda que nos dirijamos al recinto habilitado para botellón: Recinto Ferial de la Magdalena. El recinto, que se acoge a este motivo por el artículo 4.a de la misma ley, es un arenal mal asfaltado sin resguardo que, con la meteorología de la noche, se encuentra de esta guisa:

Estado del Recinto Ferial de la Magdalena. Apto para aqua-planning, lucha en el barro y otros deportes de equipo.
Así que estas son las posibilidades: Volverte a casa con el litro entre las piernas, dirigirte a La Magdalena con las botas de agua o moverte a otros puntos de la ciudad que te resguarden de la lluvia, aunque sea a costa de los vecinos.

Al frente, unas cien personas bebiendo (y lo que ello conlleva). A las espaldas, pisos y pisos de viviendas.
Aquí, el ejemplo del Parque Almirante Laulhé o Parque de los Patos, adonde la gente donde estábamos se movió. ¿Ventajas? Poco desplazamiento, zonas de resguardo y carencia de vigilancia, en la tónica de todo el año. ¿Inconvenientes? La zona de resguardo está al lado de las atracciones y la nueva pista de hielo que los niños usan por la mañana, el parque está rodeado por edificios residenciales cuyos habitantes llevan quejándose de los ruidos de las fiestas que permite el Ayuntamiento desde que decidió ubicarlas allí en vez de en la Magdalena y las basuras que había por la mañana sólo se habían retirado de la zona de abajo.

Estado del Parque de los Patos a las 3 de la tarde del 1 de enero
En conclusión, multas para los jóvenes, molestias para los vecinos por la noche, basuras por la mañana… El ayuntamiento de Pepe Loaiza nos desea un feliz 2013 cargado de convivencia. Se lo recordaremos los cañaíllas el resto del año.
Colaboración desde La Isla (Cádiz) Pablo (@Mr_JotaMedina)