Urbanismo se queda a dos velas con el Presupuesto Municipal para el año 2013, que se reduce en este área un 34%.

Decía el otro día Maximiliano Vílchez, delegado de Urbanismo, que no harán «unas setas ni grandes construcciones porque ni es el momento ni tenemos el dinero«.

Triste noticia para los vecinos de Los Bermejales que no veran sus sueños cumplidos al no poder construirse la pista de esquí tan ansiada por las entidades deportivas del barrio…

Triste noticia también para el Casco Antiguo que no verá la reurbanización de Plaza de Armas o del Paseo de Juan Carlos I.

Lástima de los vecinos del norte que no verán la rehabilitación de las Naves de San Jerónimo.

Y tampoco podremos disfrutar del «Proyecto Corazón Parque Central María Luisa» que uniría el Prado, los Jardines de Murillo, la rivera del Guadalquivir, los Jardines de San Telmo y los de la Casa Rosa.

Perderemos la oportunidad de ver reurbanizado el Canal de la Ranilla, aunque la foto que Zoido proponía fuese de Nueva York.

¿Y qué pensaran los fieles votantes de Los Remedios cuando vean que la Fábrica de Arte Elcano no se construirá en los terrenos de Altadis?

¿Y es que el alcalde no piensa en los pobres remeros que se quedarán sin la renovación del Club de Remo Guadalquivir?

¿Y es que nadie piensa en los turistas que lleguen por Santa Justa y no se encuentren con el proyecto «Welcome Sevilla»?

¿Y nadie va a alzar la voz cuando no se construya el nuevo Distrito Judicial del Prado?

Y digo yo, ¿Zoido no sabía durante la campaña electoral que no habría dinero? ¿Antes sí era el momento y ahora no?

¿No podría Zoido ser más austero, dejar de gastar dinero en cosas que no prometía (como el azulejo de la calle Betis o la Operación Talento) y dedicar ese dinero a cosas que sí prometió?

Y ante el argumento del déficit que dejaron los rojos, ¿por qué sigue Zoido aumentando ese déficit en cosas como la Copa Davis (1.000.000 €)?

El faraón Juan Ignacio Zoido parece ser que se ha quedado sin sus prometidas pirámides y sigue sufriendo altas fiebres debido a su incurable  «prometitis».

Pues nada, tendremos que esperar para las faraónicas obras de Zoido… ahora que se dediquen a la micropolítica que, como también prometiera en campaña, no iba a haber ni una loseta rota. Miraremos al suelo expectantes…

Aunque la esperanza nunca se debe perder y ahora que se acerca la Navidad, seguiremos esperando que Zoido cumpla su particular carta de Reyes Magos.